Su nuevo trabajo, Si yo te contara, viene avalado por el 55 Premio de Novela Ateneo de Sevilla, un prestigioso galardón que no hace más que consolidar al autor. En esta ocasión la trama se centra en la guerra civil española por lo que de entrada me atraía aún más ya que últimamente esta temática me parece muy interesante.
Si bien adelantaba que la temática estaba dentro de las novelas de la guerra española, ya de entrada vamos a tener sorpresa porque el autor nos va a meter de lleno en un aspecto poco explorado que no es otro que la labor que se desarrolló durante la guerra civil española fuera de nuestras fronteras, la labor de los que comprometidos con un bando o simplemente por otro tipo de intereses jugaron sus cartas en los diferentes países que de alguna u otra manera podían hacer caer la balanza de uno u otro lado, más concretamente en el abastecimiento de armas. Además otro aspecto llamativo es que la novela se centra en esa gran parte de la población que se veía inmersa en un conflicto horrible pero sin tener ideologías de un lado o de otro, a pesar de esa falta de tendencia no quedaron exonerados de tener que comprometerse porque si no lo hacías eras enemigo de ambos, lo que se ha dado en llamar la tercera España.
En el inicio del libro, mediante un preámbulo entras rápidamente en situación ya que el descubrimiento de un cadáver en París adelanta que la situación va a ser complicada.
Los personajes principales están muy centrados ya que son un matrimonio y su hija, pero como el matrimonio estará separado a cada uno les van a acompañar otros personajes muy importantes en la trama, que serán arropados por un pequeño elenco de secundarios entre los que también tendremos personajes reales como el mismísimo Hermann Göring,
Sin entrar demasiado en la trama ya que (como siempre) la sinopsis se va de la lengua, os diré que al tener que buscar la colaboración de los diferentes países, los escenarios de la novela son variados , pero principalmente el desarrollo podemos decir que está centrado en París y en Berlín.
Estos escenarios están perfectamente creados, no solo por las descripciones sino más bien en como el autor describe las vivencias de los personajes, por ejemplo destacaría la llegada de Luz y Elsa al París de la opulencia que contrarresta con la pobreza extrema y donde afloran todos los oportunistas que aparecen en estas situaciones. Esas circunstancias casi olvidadas a día de hoy de llegar a un país y verte en la calle, pasar hambre, frío y la necesidad de buscar cobijo o tener que confiar en quien hace el mínimo amago de ofrecerte su ayuda, en este sentido el personaje de Dolores aporta esa humanidad dentro de las circunstancias reconfortando de alguna manera al lector.
Precisamente al no haber leído la sinopsis, la sorpresa en mi caso ha sido mayor ya que hay un giro bastante inesperado que me ha hecho pensar que el escritor es un contorsionista de la trama ya que le gusta complicar las cosas, pero cuando acabé vi que este giro lo anticipaba la propia sinopsis.
A pesar de que el espacio temporal no es muy grande, ya que prácticamente toda la novela transcurre en unos días, hay una manifiesta evolución de los personajes, quizás extrema, pero que sí que me ha resultado creíble ya que las circunstancias límite exigen reacciones desmesuradas. En este caso Armando y Luz, no tenían otra opción.
"Eran los restos de una metamorfosis a la fuerza, obligada por las circunstancias y la vida en que le había tocado desenvolverse."
Como antagonista podemos encontrar a Dardy, un lobo encantador de serpientes que va a poner en jaque el final del libro, el cual nunca sabes si va a tomar la dirección feliz o la opuesta en forma de desgracia. En este juego, el autor me ha tenido en vilo, parece que haya disfrutado elongando la agonía del lector por saber si Armando y Luz se encontraban, ni que decir que lo que logra ya que es un enganche brutal para que sigas leyendo y al final el libro avance a un gran ritmo. En algún momento me sentí burro tras zanahoria.
Precisamente la temática de espías siempre me ha parecido complicada, ya que detrás de un espía siempre hay un contraespía y luego están los durmientes y es muy normal que no sepas quién es quién, pero en esta ocasión la novela avanza sin problemas para el lector, ya que el espionaje que puede entreverse es muy sencillo debido a que nuestros protagonistas son dos personas de la calle que hasta ese momento no habían tenido contacto alguno con estos menesteres y negocios.
Entre los muchos detalles que me han gustado, destaco las escenas carnales, sin necesidad de ser explícito el autor consigue transmitir sobre todo el deseo contenido.
"Era como si en una partida de ajedrez él moviese una pieza y el contrincante, en su turno, moviese cuatro"
CONCLUSIÓN