EL RELOJ DE ELWINGA - SANDRA FRANCO ÁLVAREZ / JUAN JOSÉ MONZÓN GIL
DATOS:Bilenio Publicaciones
2019
284 páginas
Ilustraciones: Elena Ferrándiz
SINOPSIS
Año 1931. En un bosque de Polonia, Elwinga entrega una pieza de incalculable valor a Moshé, un niño judío que en breve se muda a vivir a Berlín. En esa ciudad conoce a Sophie, una niña alemana, con la que entabla una amistad sólida y duradera en medio de la Alemania nazi. Sin embargo, mientras que Moshé es deportado a Ausvitxia, un reino bajo la tierra, Sophie tiene que marcharse a Gran Canaria. En la isla conoce a Josefina, una joven de Agaete, cuyo padre desaparece en manos de las Brigadas del Amanecer. Esta novela nos viene a decir que no se tiene libertad para siempre. Hay que mimarla y defenderla todos los días.
Spot reseña
MI IDEA PERSONAL :
El reloj de Elwinga es de esos libros que llevaba viendo un tiempo por redes y que siempre me llamó la atención, en esta ocasión gracias a una edición de masa crítica en su edición Infantil-Juvenil he podido leerlo y estas son mis conclusiones.
La obra se presenta dentro de la temática histórica, concretamente dentro de las escrituras de Guerra Mundial algo nada original en la literatura actual pero quizás más extraño en el marco juvenil, ya que no es fácil contar algo tan duro a un público aún en formación. Uno de los aciertos de los autores es que han sabido crear una realidad paralela a través de la fantasía para de alguna manera suavizar la dureza del tema.
La presentación del libro es muy elegante intercalando el texto con las eventuales ilustraciones entre las que destacan las entradillas de los capítulos. Todo ello aireado por una letra espaciada y clara que componen una extensión muy adecuada para el público al que está dirigido y que invita a seguir avanzando capítulos.
Algo también a destacar es que para nada he notado discordancia alguna en la narración, podría estar perfectamente escrita por un único autor.
La narración se realiza en primera persona, lo único que este narrador varía en función del capítulo, de esta forma es muy sencillo conocer a los coprotagonistas. Unos capítulos los narra Moshé Abramsky, un niño polaco y judío que sencillamente nace en la peor época que podía haber venido al mundo. A través de sus narraciones descubrimos que tuvo un percance de pequeño donde se encuentra con Elwinga, una extraña anciana que pone el mundo fantástico a la novela y que no es protagonista pese a figurar en el título.
Precisamente este aspecto de fantasía a mí es lo que menos me ha gustado, y no por ser fantasía sino porque en el libro se supone que representa una especie de portal de conexión entre los personajes que se van uniendo, pero a mi gusto no queda bien explicado en la lectura la procedencia del reloj que Elwinga regala a Moshé (aunque era pertenencia inicial del abuelo del niño) ni qué o quién es esta extraña mujer. Este hecho no ha afectado a la lectura ya que entendiendo esta figura como hilo conector no hay que buscar más ya que como decía antes, el factor fantástico no es el que lleva el peso de la obra.
Otros capítulos los narra Sophie, una niña alemana que se hace amiga de Moshé cuando este acaba de llegar a vivir a Berlín, pronto entre los dos surge una relación especial que se ve afectada por la barrera que supone en los inicios del nazismo las relaciones entre los alemanes y las personas de religión judía. Sophie es un personaje sensible que pone razón a todo el sinsentido que están viviendo, precisamente la abuela de ésta, Irene, es una mujer que siempre la va a apoyar en la búsqueda de la justicia, un personaje que se hace querer.
En otra subtrama conoceremos a otra coprotagonista que también narra en primera persona, se trata de Josefina, una niña de Agaete, Gran Canaria, que en plena Guerra Civil española está pasando por una complicada situación familiar.
Con el avance del libro las tramas se van uniendo y los personajes tienden a confluir, estos tienen mucha fuerza ya que están bien trabajados y viven circunstancias límite que se hacen más veraces por la narración en primera persona, sin duda el lector sea de más o menos edad va a empatizar con ellos.
Cada narrador nos presenta su situación y la complicación de sus días, a través de Moshé descubrimos muchas tradiciones y costumbres judías que pueden ralentizar a veces el avance de la trama.
Una circunstancia que me ha resultado algo disonante es el uso de expresiones Canarias, que me parecen muy adecuadas para la parte de Josefina y de la parte de Agaete, pero que no me ha gustado percibirlas en el padre de Sophie o en la abuela, ambos alemanes.
La parte más destacable es como los autores ponen en relieve el paso de niño a adulto, el cual no se realiza cuando toca sino cuando la vida lo demanda.
CONCLUSIÓN :
El reloj de Elwinga es una historia bien y sutilmente contada, un libro destinado a los lectores más jóvenes, presentando de una manera sencilla y entretenida unos hechos históricos que deben conocer. Aportando un carácter mágico, los autores adaptan los nombres reales y realizan pequeñas variaciones en las palabras para englobarlo todo en un mundo subterráneo que da a la historia un ambiente más onírico.
Una trama que he disfrutado pero que me ha dejado un poco desilusionado con un final demasiado abierto a falta de una continuación... la suerte en mi caso es que ha pasado el tiempo y esa extensión ya está aquí en forma de la nueva novela de los autores y que lleva por título "Has regresado viejo amigo", la cual sí que me gustaría leer, señal de que la sensación de la lectura es positiva.
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Esa parte de fantasía que no te ha convencido es lo que me echa para atrás. Y con tanto pendiente...
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya, no hay problema, siempre hay opciones que nos van más que otras. Besos
EliminarHola Álvaro!!
ResponderEliminarUna historia interesante, gracias por la recomendación y reseña. Me lo apunto y me alegro que lo hayas disfrutado.
Besos💋💋💋
Gracias Ella, besos
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